Cuando configuramos una propuesta de catering, debemos tener en cuenta muchos factores y características del evento a cubrir. Así, la toma de decisiones dependerá principalmente de si se trata de un evento social, como una boda o un aniversario, o si hablamos de un servicio de catering corporativo como en el caso de las convenciones, congresos, ferias, cenas de empresa, etc.
Otros factores muy importantes: el tipo de catering. Si hablamos de un coffe break, brunch, coctel, banquete o por ejemplo un buffet. Algo que ya definirá el tiempo que tendrán los asistentes para degustar la gastronomía y si el objetivo es que puedan interactuar entre ellos o si es algo más formal y pausado.
Actualmente son muchos los eventos que se organizan con una finalidad clara de establecer nuevos contactos entre los asistentes, de que interactúen entre ellos o incluso de que establezcan puntos de unión para fomentar la productividad y la eficacia de equipos.
Así, una de las tendencias que pisa fuerte en el mundo del catering desde hace unos años es la utilización de Finger Foods.
Se trata de combinar la practicidad de un bocado con la posibilidad de experimentar una propuesta gastronómica gourmet. Presentaciones visualmente muy atractivas, llamativas e irresistibles, pero también propuestas donde potenciamos el arte de la creatividad combinando sabores concentrados en miniatura.
Se presentan al comensal en pequeños vasos, en cucharas de diseño, en brocheta, en cazuelitas o en cualquier otro formato que le pueda dar un toque divertido y práctico.
Por ello, la imaginación del chef juega un papel muy importante. Es quien dará carácter y forma a cada uno de estos sofisticados aperitivos que pueden darle a tu evento ese fantástico toque de actualidad y originalidad.